Futuro de la Música: Gerard Way
Mis padres no tenían discos, no tenían radio, y no escuchaban música. Mi abuela fue mi principal conexión al arte y a la música. Ella podía tocar el piano muy bien, y tenía un diapasón perfecto. Ella es la que me impulsó a ser Peter Pan, y terminé consiguiendo el papel. Cuando lo probé, me di cuenta que podía cantar, lo cual fue muy interesante.
¿Cómo los niños se conectan con su música?
Siempre he visto My Chemical Romance como la banda que habría representado quienes éramos mis amigos y yo en el instituto, y la banda que no teníamos para representarnos –los niños que vestían negro- en ese entonces. Cuando estaba en el colegio no había muchos otros más que The Smiths y The Cure, lo que era genial, pero un montón de esas bandas desde entonces han roto, o no hacen tour. No había una nueva ola de música que nos representara.
¿Cómo describirías a los niños que aman su banda?
Extremadamente inteligentes, creativos, expresivos y muy individuales, aparte de gustarles vestir de negro. Ellos vienen de todas partes, y en sus ciudades natales ellos probablemente son los únicos niños que se ven así, pero cuando llegan a nuestro show son todos iguales. Uno de los mejores elogios que puedo conseguir de uno de ellos es, ‘Conocí a mi mejor amigo en uno de tus shows’, o, ‘Conocí a mi mejor amigo en Internet, tratando de llegar a tu show’. Eso es genial, porque yo no tuve eso. No pude encontrar ningún NOFX fan en mi área.
La tecnología de Internet parece haber ayudado a su música. ¿Cómo ha hecho daño esto a la música?
Incluso yo extraño ir a la tienda de discos. En los próximos cinco o diez años, niños que están creciendo nunca habrán estado una tienda de discos. Es un loco sentimiento. Hace a la música un poco más desechable, hace el material gráfico y el embalaje un poco innecesario. Lo que es un problema. No hay nada mejor que sujetar algo físico. Yo amaba el descubrimiento de comprar música únicamente por el embalaje, el nombre de la banda, los nombres de las canciones. Los álbumes de Pink Floyd siempre me tuvieron -Wish You Were Here, Animals, Dark Side- o Good Riddance 7", con la foto distorsionada de un bebé en la portada. Recuerdo haberme enamorado de [Smashing Pumpkins'] Gish, y luego contar los días hasta que Siamese Dream salió, entonces tomar el viaje de una hora de ida y vuelta en bus al Mall a comprarlo. Era un sentimiento increíble, era algo en lo que yo había invertido.
¿Qué artista ves como importante en el futuro de la música?
Conor Oberst. Sus letras son fenomenales. Creo que él habla por nuestra generación. Él empezó como un enojado joven de Omaha, Nebraska. Desde allí él salió al mundo y viajó, y después eso se metió en sus letras, y ahora él vuelve a ser un poco más humano, con menos comentario social. Me gusta todo esto. Él me habla.
¿Cuáles son los más importantes problemas que enfrenta el mundo hoy en día?
Podría joder acerca de ciertas figuras políticas, podría hablar sobre la guerra, armas y el calentamiento global, pero esto se reduce a como la gente trata a la gente. Ese es el problema. La gente ha evolucionado en algo egoísta, ávido e intolerante. La gente está no aceptando, por la religión, raza, género, orientación sexual… Lo he visto en clubs punks y lo he visto en el mundo.
Como un antiguo drogadicto, ¿Cómo determinas el mantra ‘Sexo, Drogas y Rock&Roll?
Es un dinosaurio en sí mismo. Si nosotros, como músicos, pudiéramos evolucionar sobre esto, tal vez podríamos hacer algo que valga la pena. Esto no es solamente yo hablando como alguien que está sobrio y limpio –no tiene nada que ver con esto. Cuando yo abusaba de las drogas el encanto de autodestrucción me mantuvo en eso. Hay algo muy romántico en la autodestrucción y el sabotear tu vida, tomar un martillo hacia ello. Francamente, esto es una porquería. Eso no quiere decir que no podemos ser locos y expresivos y geniales o que tenemos que comportarnos porque somos todos artistas y todos estamos locos de alguna manera, pero tú puedes tratar a la gente con respeto y a ti mismo con respeto.
¿Eres optimista sobre el futuro?
Completamente. Siempre tengo fe en el mundo. Cuando tenía quince, terminé con una .357 Magnum, tuve una pistola apuntándome la cabeza y puesta en el suelo, estilo ejecución. No importa que tan feo el mundo llegue a ser, o cuan estúpido me muestre que es, yo siempre tengo fe. Los acontecimientos después del 9-11, los momentos de tragedia cuando la gente muestra sus colores y trabaja juntos, han renovado mi fe.
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